Es innegable el influjo que la luna ha causado en el ser humano desde tiempos inmemoriales. Quizás porque mi signo solar es Cáncer, en mí siempre ha tenido una gran influencia, y me ha maravillado su magia desde que era una niña. Te recomiendo que no solo leas sobre su maravilloso ciclo, sino que la observes en cada una de sus misteriosas fases, te asombrarás de la magia que desprende y la profundidad de su energía, de como cada ciclo es distinto y provoca en ti diferentes reacciones emocionales e imaginativas.
El ciclo biológico de la mujer está alineado con la luna, ella es nuestra gran aliada. En el mundo moderno nos hemos desconectado de nuestros ritmos naturales, por eso es muy importante observar la luna, para empezar a reconectarnos. Además, el vínculo entre la creatividad femenina y la luna es innegable. En la antigua sabiduría femenina se sabía que la energía creativa era el puente que conectaba el mundo tangible y el intangible, y se expresaba a través de la mente, las emociones, el cuerpo, la intuición y el subconsciente, dependiendo de la fase que esté atravesando la mujer.
La energía de la luna es femenina. La energía femenina o Yin de cada mujer existe en su útero, y en las tradiciones femeninas antiguas, los rituales de las mujeres en torno a la luna tenían gran importancia y sabiduría. El cuerpo femenino responde a las fases de la luna, están interrelacionados. La duración promedio del ciclo lunar sinódico es de veintinueve días, doce horas y cuarenta y cuatro minutos, y tiene una influencia directa y una relación estrecha con el ciclo de ovulación femenino. Cada mes la mujer tiene la oportunidad de desprenderse de emociones tóxicas y bloqueos físicos, sincronizándose con su energía. Con cada fase lunar experimentamos una limpieza energética, y nuestra energía y emociones fluctúan con su ciclo. Tener en cuenta esos cambios nos ayuda a las mujeres a vivir en armonía con nosotras mismas y nuestra energía ancestral.
La Luna Creciente se corresponde con la juventud, evocando a una joven delicada, virginal y prometedora. Se la asoció en la antigüedad con la Diosa Virgen Perséfone, también con Artemis, la diosa cazadora y patrona de las bestias salvajes. En la siguiente fase llega el momento cumbre de maduración, asociado a la Luna Llena, que tiene cierto aire a una embarazada a punto de dar a luz. Es la Luna en su máximo poder, la cúspide del ciclo lunar, y se la asoció en la antigüedad con Deméter, diosa de la fertilidad y madre de todas las cosas vivientes, representando a la mujer como madre, proveedora y cuidadora. Es el rostro socialmente aceptado de lo femenino, fértil y nutriente. Después la Luna comienza a menguar, adelgazando y oscureciéndose hasta que deja de verse. Hécate, la vieja sabia y bruja, toma el poder una vez más, oculta en el mundo subterráneo, urde sus hechizos y va devanando el futuro desde la oscuridad. La fase oscura o Luna Negra también está representada por otras diosas que gobiernan la vida y la muerte, como Lilith, destructiva y vengativa, la diosa Kali y un aspecto diferente de Perséfone, que custodia las llaves de las puertas del inframundo y opera como guía de las almas de los muertos.
Luna Nueva
En su fase oscura o Luna Nueva, el Sol se sitúa detrás de la Luna desde nuestra perspectiva terrestre y su cara no puede verse desde la Tierra. Representa la muerte y el renacimiento. Es el silencio para que todo vuelva a comenzar.
La Luna Nueva marca el comienzo del ciclo lunar y nos habla de nuevos inicios. Se produce cuando el Sol y la Luna se encuentran en el mismo grado matemático y representa el comienzo de un ciclo emocional y de manifestación de seis meses, que cierra con una Luna Llena en el mismo Signo.
El Sol, que es el centro vital y creativo está junto a la Luna, que es el centro emocional y reactivo. Con el corazón y la cabeza en el mismo lugar actuamos con enfoque y armonía. Tus motivaciones personales y lo que necesitas a nivel emocional van en la misma dirección, por lo que es un momento ideal para sembrar tus intenciones, visualizar tus deseos e iniciar los pasos necesarios para concretarlos. La energía concentra todo su potencial, aún no se puede ver, pero en lo más profundo de la oscuridad, algo se está gestando. Es como si cada mes se nos diera la oportunidad de empezar de cero. Es un momento de recogimiento, visión o inspiración de todo lo que se desee poner en marcha.
También para frenar el ritmo de la vida, hacer introspección y buscar solución a los problemas, aprendiendo a aceptar el pasado y la incertidumbre del futuro. También para descansar lo más posible y recuperar fuerzas.
Visualiza tus deseos, déjate un espacio tranquilo para proyectar tus intenciones. Haz una lista con tus nuevos propósitos. Puedes hacer un collage con texto y fotos, explicando detalladamente todo lo que quieres crear. Empieza siempre agradeciendo en tiempo presente todo lo que deseas, como si ya lo hubieras recibido, será más poderoso.
Iniciar un nuevo camino puede dar miedo al principio, pero tienes que confiar que los grandes cambios alineados con tu vida se desarrollaran exactamente como deben.
¿Qué más hacer en Luna Nueva?
- Iniciar una nueva rutina.
- Comenzar a implantar cambios en la alimentación. También puedes hacer détox para depurar y eliminar toxinas.
- Hacer cualquier tratamiento hidratante para el cabello, se regenerará más rápido.
- Limpiar, exfoliar, regenerar y renovar la piel en profundidad.
- Buscar nuevas experiencias o aprender algo nuevo.
- Iniciar una relación.
- Conectar con la naturaleza, con la energía creativa y el aspecto intuitivo de tu Ser.
Luna Creciente
En esta fase las semillas ya están brotando, nuestros proyectos están viendo la luz y se van desarrollando. El Sol y la Luna están a 90 grados y pueden aparecer los primeros obstáculos, para que los enfrentemos y tomemos decisiones. Es el momento de asimilar las ideas que han surgido en la anterior fase y expresarlas. Hay una mayor iniciativa para poner en práctica nuevos proyectos a pesar de los obstáculos. Es, por tanto, un renacimiento que te lleva a fluir hacia nuevas metas.
La mente es más fuerte, analítica, con pensamientos más claros, con una mayor capacidad para concentrarnos, entrar en detalles y ver prioridades. Es más sencillo aprender cosas nuevas.
Esta lunación te lleva a expresar tu energía interna y hacer que el subconsciente salga a la luz.
Experimentarás una renovada libertad e independencia, necesitando menos apoyo o estímulo de los demás. Aprovecha para trabajar en tu seguridad personal.
Estaremos más sociables, coquetas y con más ganas de divertirnos. Con una actitud ante el sexo más fresca, alegre y juguetona.
La energía de cuarto creciente es, en definitiva, un momento para ponerle más ganas a la intención que hicimos durante la Luna Nueva.
La Luna Creciente se aprecia en el cielo como una semiesfera a la caída del sol, ocultándose a media noche.
¿Qué más hacer con la Luna Creciente?
- Aprovecha para cortar el cabello, crecerá más rápido.
- Reparar tu piel, así que ponte tus mejores cremitas y mascarillas, lucirás una piel radiante.
- Iniciar cualquier proyecto creativo, tendrás una renovada seguridad interna, energía y entusiasmo.
- Hacer cualquier tipo de ritual de manifestación, sanación, prosperidad o amor.
- Evita la depilación, el bello corporal también crece más rápido.
- Incrementar tu actividad física.
- Hacer cambios en la alimentación, se absorberán mejor los nutrientes, pero no inicies dietas de adelgazamiento, te costará más.
- Expresar emociones y sentimientos, será mas fácil.
- Salir y divertirte con tus amigas y en definitiva hacer cualquier cosa que te haga disfrutar.
Luna Llena
El Sol y la Luna están físicamente opuestos el uno al otro en el cielo, y la Luna refleja toda la luz del Sol. La Luna Llena aparece al atardecer y se oculta en la madrugada, casi al amanecer.
Representa la plenitud de la flor. El momento en el que el capullo se abre y deja ver su belleza. Manifiesta la fertilidad, cuando la planta está lista para ser fecundada y dar fruto. Es el momento de reconocer el vínculo energético que nos une a la Tierra y de recoger los frutos de todo lo hecho a lo largo del ciclo. El foco se centra en los demás y no en ti. Se incrementa tu seguridad y autoestima, y se genera un fuerte impulso sexual. Estamos más eufóricas, es un periodo muy propicio para las citas románticas.
Durante esta época, los temas en los que has estado trabajando desde la Luna Nueva llegarán normalmente a su clímax. Lo que iniciaste se evalúa y se corrige lo que sea necesario.
Las emociones se intensifican durante la Luna Llena y pueden ayudarte a purificarte de enfados reprimidos. Si te observas y tomas conciencia del mensaje de la emoción, puedes buscar formas más proactivas de expresión.
Es un momento de culminación de procesos y de revelaciones importantes.
La creatividad es más intensa y los sueños más vívidos, intuitivos y ricos en imágenes.
Es un periodo de fuerza y energía, puede que incluso te cueste dormir.
La luna rige nuestro inconsciente y deseos más ocultos, por lo que resulta lógico que nos afecte intensamente, ya que saca a relucir cosas que ni siquiera nosotras mismas entendemos.
¿Qué más hacer en Luna Llena?
- Reunión de mujeres para recargarte de energía positiva, no hay mejor terapia.
- Hay tendencia a retener líquidos, bebe mucha agua y algún batido détox, pero aún no es el momento de iniciar dieta.
- Recolectar frutos y plantas medicinales.
- Espantar las malas energías con algún ritual específico de Luna Llena.
- También es un buen momento para sembrar y plantar.
- Hay mayor posibilidad de embarazo. Si no estás buscando, cuídate.
- Apoyar, alentar y dar fuerza a los que te rodean.
- Hacer algo creativo.
- Aumenta la libido y las relaciones sexuales te llenarán de alegría y satisfacción, pues estarás más receptiva y entregada ¡aprovecha!
Luna Menguante
Es el último cuarto y la fase que sigue a la Luna Llena. Es el momento en que la Luna se está oscureciendo y es menos visible en el cielo (solo es vivible al amanecer). Durante esta fase, la Luna también forma un ángulo de 90 grados con el Sol.
El último cuarto de la Luna es un período más pacífico, la energía está descendiendo y va hacia adentro. En esta fase sacamos las conclusiones y las revelaciones que se iluminaron durante la Luna Llena se establecen cómodamente en tu conciencia. Espiritualmente, es un momento perfecto para perdonar y abandonar antiguas batallas. Es más fácil interiorizar y reflexionar sobre nuestra vida. Es una fase de aceptación y de liberación. Toca pararse, relajarse y dejar ir aquello que ya no sirve. Es el periodo ideal para dejar atrás lo que ya no vibra con nosotras, relaciones tóxicas, un trabajo que no nos llena o un mal hábito.
Recuerda que para que aparezca lo nuevo, tienes que soltar lo que no sirve y abrir espacio para la magia de tu futuro. Lo único que es realmente creativo es el presente. Lo ideal es que comiences un nuevo ciclo libre de la carga del pasado. Puedes pensar que cierta historia terminó, y físicamente ser así, pero no energéticamente. Ahora es el momento de realizar introspección y dejarla ir con el poder de tu intención.
En esta fase suele disminuir nuestra concentración y tolerancia hacia lo mundano, pero crece nuestra intuición y capacidad para soñar. También, por norma general, estaremos más sensibles.
¿Qué más hacer en Luna Menguante?
- Meditar y profundizar en el lado interno de nuestro Ser.
- Aprovechar para hacer algo artístico, hay una mayor sensibilidad.
- Hacer limpiezas de todo tipo. Aprovecha para deshacerte de cosas que no te sirven. Esto aplica también a emociones negativas.
- Empezar dietas de adelgazamiento, es más fácil eliminar líquidos, grasas y toxinas.
- Ideal para rutinas de limpieza y exfoliación de la piel.
- En definitiva, terminar de soltar todo lo que queda pendiente antes de entrar en la Luna Nueva.