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Estamos en una semana con una intensa energía pisciana. El Sol en Géminis está en conversaciones tensas (cuadratura) con Marte y Neptuno, que están juntos en Piscis. La influencia de este tránsito se dará durante toda la semana, intensificándose el fin de semana, cuando la Luna se perfeccione en fase de Cuarto Menguante a 22º 42`del signo de Piscis. Esto ocurrirá el sábado día 13 de junio.

 

Fantasía y creatividad

 

Toda la energía neptuniana en el ambiente introduce un foco un tanto onírico e inspirado que puede enfocarse de manera extraordinaria en la creatividad. Además, la creatividad puede salir de probar cosas nuevas, de investigar o experimentar nuevas fórmulas. Artistas de todo tipo están de enhorabuena y pueden aprovechar el clima astral del momento para encontrar inspiración y descubrir nuevos procesos creativos.

Pero todo no podía ser bueno, el tránsito en su vibración más baja puede sentirse muy confuso. Podemos sentirnos neptunizadas, con menos energía, más dispersas y con ganas de evadirnos en fantasías e ilusiones. La fuerte carga de pasado con toda la retrogradación planetaria se puede notar y la energía tirar hacía allí. Mercurio en Cáncer y a puntito de retrogradar no ayuda precisamente a ver las cosas con claridad.

Es como si nuestra energía se hiciera laxa, evasiva o pasiva. Podemos notar que postergamos nuestras tareas más de lo normal, incluso adentrarnos más de la cuenta en la apatía. Igual necesitamos dormir más, todo esto es normal.

 

Mercurio en Cáncer: sumergirnos en la emoción

 

Al clima nebuloso del momento, hay que añadirle una cosa más: Mercurio está en Cáncer. Mercurio es el planeta de la mente y el intercambio de información. La energía del Cáncer está conectada a nuestros sentimientos. A la energía intelectual de Mercurio no siempre le gusta sumergirse en los reinos emocionales. Cuando nos permitimos trabajar durante este tiempo con nuestro interior, incluso si es incómodo, podemos fomentar una conexión entre nuestras percepciones y nuestras emociones. Realmente podemos construir un puente desde la cabeza hasta el corazón. Los sentimientos no siempre son claros o fáciles de entender. Por eso es crucial ser honestas con nosotras mismas. En última instancia, este tránsito nos está ayudando a comunicar nuestras emociones, pero para hacerlo tenemos que observar lo que estamos sintiendo.

Cuando un planeta personal cambia de signo lo notamos ya que se produce un cambio radical en su cualidad energética. Mercurio es lógico, analítico y objetivo, pero en el signo del cangrejo se tiñe de subjetividad. La interpretación de la realidad se ve influida por nuestro estado emocional, y desde ahí evaluamos las cosas. Por tanto, podemos estar en momentos más susceptibles y tomarnos las opiniones de otras personas como una afrenta personal.

 

 

La intuición estará más desarrollada, permitiéndonos percatarnos de cosas que antes pasaban desapercibidas. Cuidado porque podemos dejarnos guiar por las corazonadas y lanzarnos a cualquier asunto sin la reflexión adecuada. Además, nuestra inteligencia emocional está en lo más alto, y seremos más capaces de reconocer nuestras propias emociones y las de los demás.

 

El inconsciente colectivo

  

La energía pisciana tiene que ver con el inconsciente colectivo. Ese gran baúl donde se guardan las memorias de todas las experiencias vividas por la humanidad. Cuando un planeta como Marte contacta con Neptuno se produce una resonancia profunda y se activan problemáticas no resueltas.

Neptuno es el amor incondicional y la sensibilidad que trasciende lo individual. Hace que tengamos empatía y compasión por cosas que no tienen que ver con nosotros pero que sentimos profundamente como si fueran nuestras. Marte está encendiendo la mecha y hace que se activen un montón de pulsaciones a nivel social. Conflictos del pasado no resueltos energéticamente salen a la luz para ser sanados. Esto tiene que ver con las movilizaciones de protesta que están sucediendo por todo el mundo por el racismo. 

 

Ralentizando el ritmo

 

Es muy posible que durante esta semana algunas cosas no tengan mucho sentido lógico y si intentamos correr en línea recta podemos sentirnos frustradas. La vibración disminuye y entramos en un estado casi letárgico, por la influencia de Neptuno. Cuidado con los despistes, el engaño y la ilusión. El punto aquí es que la vida es cíclica, no lineal. Adelante y más rápido no siempre es mejor. Hay un poder extraordinario en abrazar el círculo de la vida y ralentizar el ritmo. Neptuno nos invita a apreciar lo que está debajo de la superficie, a sensibilizarnos y a conectar con lo esencial. Aunque la vida cotidiana no nos permita darnos esa pausa, es interesante que por unos días nos tomemos unos minutos para conectar con la respiración, con la naturaleza, con la vida…

Si tienes algún tránsito de Neptuno a tus planetas personales o por la cúspide de alguna Casa astrológica de tu Carta Natal particular, esa semana aumentará su intensidad. También si tienes a la Luna natal en el Signo de Piscis o aspectada con Neptuno lo notarás más.

 

 

El tiempo entre Eclipses

 

En el mundo moderno nos hemos desconectado de nuestros ritmos naturales, por eso es muy importante observar la luna y alinearnos con su sabiduría oculta. Cuando la Luna está menguando la energía disminuye y nos sentimos más cansadas por lo que es un momento para relajarnos y no hacer nada, siempre que nos sea posible. Esta lunación es más importante de lo que parece. Te cuento porqué.

En esta fase sacamos las conclusiones y las revelaciones que se iluminaron durante el eclipse se establecen en la conciencia. Estamos en el túnel del eclipse, que es el periodo de tiempo de un eclipse a otro. El eclipse te habló de finales, de cosas que hay que soltar para hacer espacio en tu vida para aquello que está más alineado con quien eres ahora. Al darse en el Nodo Sur, te invitó soltar esas creencias, emociones y actitudes que te llevan a actuar siempre de la misma forma, y por lo tanto a repetir las mismas situaciones una y otra vez. Ten por seguro que lo que sea que esté saliendo en este periodo está haciendo espacio para algo muchísimo mejor.

Recuerda que los eclipses actúan al nivel de alma, no al nivel del ego. Es importante sentir la profunda diferencia, para no experimentar dolor o frustración. La fase lunar acompaña este proceso porque Piscis es un signo de final, de cierre de ciclo, ya que es el último signo del zodiaco.

 

 

Piscis nos recuerda que tenemos que fluir con la vida y honrar nuestro ritmo natural, que es el ritmo del Universo. Todo es cíclico, las emociones, la energía, incluso los estados de conciencia se mueven en oleadas. Creemos que controlamos la vida, xo el control es solo una ilusión, hay fuerzas que nos trascienden.

Somos un campo vibratorio expuesto a la energía que nos rodea y muchas de las emociones que experimentamos cada día no son nuestras.

La energía de Piscis se mezcla con todo y es que estamos conectadas con todo, pero claro, si no somos conscientes vivimos confusión. Tenemos que aprender a surfear las olas de nuestras vidas y a no ser abrumadas por ellas. Vivimos en un mundo donde hay emociones pesadas. Dónde tenemos que enfrentar situaciones difíciles y trabajar a través de experiencias desafiantes, pero eso no significa que tengamos que cargar con el peso del mundo. Esta lunación nos invita a soltar lastre pesado.

La energía de Piscis es como un río que corre salvaje. Las emociones no se pueden controlar y no se pueden domesticar. Solo podemos sentirlas y dejar que corran. Observa esas emociones y pensamientos que vienen y van y ríndete a ellos. Déjalos que fluyan libremente, sin apegarte. La resistencia a lo que es, solo produce frustración. Por unos días vamos a permitirnos sentir nuestros miedos, nuestros bloqueos, nuestra emoción o incluso nuestra confusión. Respira, fluye, suelta…. 🌊

 

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