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“Si sientes que no tienes un lugar en este mundo, es porque estás aquí para crear uno nuevo”. Jocelyn Daher.

 

Saturno sale de Capricornio para ingresar en Acuario. No visitaba este signo desde hace aproximadamente 29-30 años, que es el tiempo que Saturno tarda en dar una vuelta completa a la rueda zodiacal, por lo que es un gran acontecimiento astrológico. Se quedará hasta primeros de julio y luego empezará a retrogradar. La entrada real se dará el 17 de diciembre de este año para quedarse hasta el 7 de marzo de 2023.

 

Aún no sabemos las lecciones que nos pondrá el viejo maestro, pero ya estamos atisbando la primera: el bien de todos está por encima de nuestros intereses particulares. Estamos obligados a abandonar nuestra perspectiva personal para sintonizar con las necesidades globales del colectivo humano.

 

En Acuario todo es nuevo, no hay pasado, no hay nada seguro, es una energía profundamente espiritual. Como humanidad aún no estamos preparados para entenderla plenamente. Quizás se cambien las leyes y normas de convivencia que hasta ahora nos hemos dado todos, para adaptarnos a nuevos tiempos. Quizás aparezcan nuevos avances científicos y tecnológicos. No lo sabemos. Lo único seguro es que el cambio es la única constante.

 

Hemos avanzado mucho en muchos aspectos, pero como humanidad es hora de dar un salto de conciencia. Saturno nos examina ¿estamos realmente preparados?

 

Los límites, los frenos y miedos nos ponen a prueba, sacando a relucir lo peor o lo mejor de nosotros mismos. ¿Pero no es a través de las duras limitaciones, del dolor y el miedo cuando nos paramos y actuamos de forma diferente? Es en ese momento cuando nos damos cuenta de que no estamos solos en este mundo, de que lo que yo hago tiene una repercusión en mi pero también en ti; que lo que yo pienso y siento está conectado con una conciencia más amplia. Todos somos uno y vamos en el mismo barco.

 

Como grupo humano tendremos que aprender a distinguir lo esencial de lo superficial, lo permanente de lo transitorio. No podemos seguir siendo iguales que siempre, instalados en una falsa sensación de seguridad; las circunstancias nos ponen la realidad de la impermanencia ante nuestros propios ojos. Es hora de tomar las riendas de nuestra vida, de atrevernos a ser, de romper nuestras cadenas invisibles y contribuir a la vida. Puedes ir hacia el cambio de forma consciente o resistiéndote desde el apego a lo conocido.

 

Atrévete a ser único, aunque no encajes. Recuerda siempre que jugar a ser pequeño no sirve al mundo, hemos nacido para manifestar nuestra grandeza, y mientras lo hacemos, mientras transformamos nuestro miedo y nos atrevemos a SER, inconscientemente estamos dando permiso a otras personas a hacer lo mismo.

 

 

 

 

 

 

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